Mis dos amigos catalanes

Tengo dos amigos catalanes, una ella y un él. Él vive en Barcelona, ella en un pueblo cercano. Ella es morena, pelo rizado, cariñosa, generosa, atractiva, sensible. Él es muy grande ―no solo de tamaño―, pelo tipo rasta largo, feo pero resultón, generoso, también cariñoso, también sensible. Me gusta estar con ella. Me gusta estar con él. En su pueblo, en el mío o en cualquier otro lugar. Son alegres, de sonrisa fácil, comunicativos, divertidos. Cuando estoy con ella o con él son tantas las cosas que nos unen, tantas las aficiones comunes que nunca hemos tenido que acudir al recurso de los aburridos: hablar del tiempo o de política. No sé cómo piensa ella, no sé cómo piensa él. Pero me importa una higa que sean independentistas, españolistas, pasotistas o mediopensionistas. Siempre van a tener mi amistad ―esa extraña cosa que no entiende de ideologías― por mucho que se empeñen en destruirla los politiquillos ineptos, incompetentes, egoístas y testiculares que ahora campean por España, la peor generación desde que hay democracia en este país. 

Gracias a los dos por todos los ratos que habéis compartido conmigo ―y que pienso seguir compartiendo―, por aceptarme como soy pese a la diferencia de edad, por hacerme sentir tan joven cuando estoy con vosotros, por vuestros besos y vuestros gñññs. Os quiero un huevo.

Comentarios

  1. Buen ejemplo, de cómo debería ser la relación entre los españoles y los catalanes. Lo malo, amigo, es que esa relación siempre la estropean, esos ineptos, incompetentes, egoístas y testiculares políticos de los que hablas.
    Sigue conservando su amistad, a pesar de las banderas, las urnas y las fronteras.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. El pueblo está por encima de sus dirigentes, Juan. Soy optimista y estoy seguro de que, a pesar de tanto inepto crispador testicular, acabaremos abrazándonos todos, con independencia (ya casi causa rubor escribir esta palabra...) de las ideologías y aspiraciones legítimas de cada cual ¿Alguien cree que dentro de dos siglos las fronteras de España van a ser las de hoy? Pues eso. Lo importante es hacer las cosas bien, sin precipitaciones ni odios, a medio plazo, buscando soluciones inteligentes y no impedimentos porcojonistas.
    Abracete, amigo :)

    ResponderEliminar
  3. Éste es el gran tema precisamente: la familia o la pertenencia a un país o comunidad o pueblo son cosas del azar que nos son "impuestas" por la casualidad pero sentir amistad depende de las afinidades que nos acercan y que nos tocan en lo que yo personalmente considero realmente importante.
    A mí, me importan bien poco las etiquetas primeras y muchas veces he descubierto la nacionalidad de mis amigos después de compartir otras cosas con ellos. E incluso el discrepar en algunos temas me parece sano y enriquecedor (y de esto sabemos un rato tú y yo :D)
    Pero si la amistad merece de verdad este nombre, siempre perdura por encima de cualquier credo o circunstancia (del entorno, tuyo o de ellos).

    ResponderEliminar
  4. Ehhhh, que me he reconocido en el texto. Aunque lo de feo me ha hecho dudar. Con lo guapo que me veo, oyesss... Jajajaja. ;-)
    Contigo cerca, en persona, siempre he estado feliz. Por las redes también. Aunque a veces en tus escritos la felicidad no es el tema. Otros simplemente no llego, no soy poeta, pero desde que te conozco lo admiro mucho más. Agradecido yo de haberme cruzado contigo.
    Gracias también, la parte que me toca, por esta entrada. Recuerdo otra por los infojardines.
    [i]Encenderé una vela[/i] para verte de nuevo.
    Pretujón,
    Esteve

    (no entro en tema [i]procés[/i] que estoy saturadito)

    ResponderEliminar
  5. Fram, suscribo lo que dices desde "éste" (hoy la RAEL permite escribirlo sin tilde:) hasta "ellos". Un beso, franpañola :)

    ResponderEliminar
  6. A mí todos los hombres me parecen feos, Esteve :) Pero a ti te piropeo, resultón, no temequejessele :) Que esa vela que enciendes no se apague, Stif. Te prometo llamada y cañas cuando vuelva por las barcelonas. Molts petons

    ResponderEliminar
  7. Ay, Diego, aunque trato de utilizar el humor, mi corazón sufre, pues amo a los catalanes, empezando por mis hijos y mi marido, claro, y he vivido 36 años en Barcelona, y me duele el alma cuando oígo según qué, y casi nadie quiere escuchar que me he sentido muy arropada y querida siendo una madrileña en Cataluña, sin ningún problema, y rechazada en mi tierra por parecer catalana o defender a los catalanes.

    Me encanta lo que muestras y lo que dices en tu primer comentario, es así, las personas son mejores que sus políticos, y el seny a un lado y el sentido común al otro encontrarán el modo de resolver este conflicto creado por la falta de diálogo y de política.

    Los "otros" hacen mucho ruido y utilizan demasiadas consignas rancias, pero nosotros tenemos razón, y espero que seamos pronto la mayoría.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  8. Tesa, me da la impresión de que tú y yo pensamos de la misma manera en este asunto del procès, aunque yo no tengo familiares directos catalanes. Me extraña que te rechacen en ningún lado, pues tú me pareces una persona muy "querible" :) Un abrazo sin himnos ni banderas.

    ResponderEliminar
  9. ¡Cuanta razón tienes, Diego!
    Por encima de doctrinas y políticos de medio pelo, están las personas con todo su valor.
    Es muy triste lo que está ocurriendo. El odio visceral sale a flote del alma humana y la razón ya no cuenta.
    Solo me queda la esperanza de que se solucione el problema cuanto antes por el bien de todos.
    Abrazos, querido amigo.

    ResponderEliminar
  10. Jo, Diego, has depurado la técnica y ahora veo tus cosas con más fuerza, más impactantes, eres un coco, mi niño.
    Ojalá se llegue a ese abrazo fraterno que tanto deseamos la mayoría, fuera de banderas ni fronteras, que no sirven sino para prejuicios y diferencias, muy triste todo esto.
    Te abrazo largamente, me encantó lo que me contaste del tejo de Madrid, hermosa la naturaleza y lo poco que la mimamos.
    Otro abrazo, bien grande.

    ResponderEliminar
  11. Tu abrazo me llega con plenitud. Beso :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario