Los premios IgNobel 2017 (3)

Premio IgNobel de Anatomía
¿Por qué las personas mayores tienen las orejas grandes?

Este premio ha sido adjudicado a un investigador británico que estudió a 206 personas de edades comprendidas entre los 30 y los 93 años. El estudio mostró que el tamaño medio de una oreja (medida desde el hélix ―parte superior de la oreja― hasta el vértice inferior del lóbulo) es de 6,75 cms, con un rango entre 5,2 y 8,4 cms. La ecuación que relaciona tamaño y edad viene dada por: L = 55,9 + 0,22E, donde L es el tamaño orejero u orejil en centímetros y E la edad en años del individuo. Al envejecer, el tamaño de la oreja aumenta pues 0,22 milímetros cada año, lo que equivale a un centímetro cada 50 años. «La observación fortuita, y a primera vista controvertida, según la cual la gente mayor tiene las orejas más grandes, es verdadera», concluye el autor. Hay quien dice que ese aumento es debido a la fuerza  de la gravedad pero yo no me lo creo demasiado...

Relato relacionadoEl abuelillo se jubiló. «Ahora podré por fin comprar la bicicleta», pensaba. Una preciosa bicicleta de cuadro amarillo, guardabarros plateados, sillín de cuero y faro niquelado que cada mañana veía en el escaparate de la plaza cuando iba a comprar el pan. Pero llegó la crisis. Su hija y su hijo quedaron en el paro. Entonces el solidario abuelillo desplegó sus orejas para que se agarraran a ellas sus hijos ―y su yerno, que jamás había dado un palo al agua― y se dejaran arrastrar hasta la panadería, en la que el abuelillo gastaba su menguada pensión en comprar barras de pan para todos y una palmera de chocolate para su yerno, que además de vago era caprichoso y gorrón. A la vuelta miraba de reojo la bicicleta amarilla y pensaba que ya nunca la podría cabalgar por esos caminos de la sierra, silbando melodías, sus orejas desplegadas a los cuatro vientos, libres.




Comentarios

  1. Ya había oído de esta teoría del crecimiento orejil aunque siempre había pensado que era por la costumbre rara de tirar de las orejas año tras año al del cumpleaños.
    En cuanto al abuelo de tu relato... después de haberme sometido hace años a sesiones de auriculoterapia (o acupunctura ojeril) que aliviaron algo los síntomas de mi dolencia lumbar, se la recomiendo. (tener que llevar a toda la familia a cuestas con la pensión debe de ser muy duro...)
    Espero que no tenga que recurrir a la cirugía (mucho más efectiva aunque traumática) por muchas palmeras de chocolate que le cueste la bici de sus sueños :D
    ¡Cuánto se aprende aquí aparte de practicar risoterapia! :D
    Beso de lunes :)

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  2. El que verdaderamente se merece el premio es el abuelo. Y no el IgNobel, precisamente.
    La teoría, no sé, no sé... con mis cercanos 82 tacos, no las tengo tan grandes como para oir ya la canción de Eurovisión del año que viene.
    Un abrazo.3

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  3. PEDRICE11/28/2017

    No está mal, pero mi teoría es más simple. A los viejos,perdón a los mayores, ancianos, carcamales o carrozas, se nos alargan las orejas, porque a partir de una determinada edad, todo, absolutamente todo, se descuelga.
    Y el que diga que no, que tire, si puede, la primera piedra.

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  4. Es la primera vez que oigo la teoría de las orejas. Bien es verdad que hace tiempo he notado como toda mi anatomía ha sufrido numerosos cambios y no para bien...
    Pobre abuelo que nunca podrá pasear con la bici soñada. Eso de ser abuelo, es muy sacrificado.
    Abrazos, Diego.

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  5. Fram, también existe el acariciador de oreja. Yo conocí a uno (muy querido) que en cuanto te veía se enganchaba a tu lóbulo y empezaba a masajearlo. Seguro que en algo contribuyó a mi crecimiento orejil u orejístico. Habría que investigar la ecuación aplicable.

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  6. Pues sí, Juan, esos abuelos merecen un homenaje. Un abrazote.

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  7. Pedrice, la "ley general del descolgamiento" ya la definió Einstein: "Cuando ya nada mira parriba, todo mira pabajo". Lo de la relatividad general fue una consecuencia lógica de aquella ley.

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  8. Maripaz, yo creo que sí veremos al abuelo rodar sobre la bici amarilla: ¡ha decidido robarla! :) Beso, pamplonica.

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  9. Iba a proponerle al abuelo que robara la bicicleta como a él le están robando disfrutar de su última etapa a su aire, orejas grandes al viento incluido.

    Ay, Diego, nos reiríamos más con esta historia si no fuera, porque tiene mucha realidad y muchos derechos perdidos para todos en estos últimos tiempos.

    Ah, me encantan los Premios IgNobel, recuerdo que el año pasado nos ilustraste con alguno de ellos, son muy locos y divertidos.

    Me he fijado en que el aumento orejil es más evidente en hombres que en mujeres, pese a lo pendientes que algunas usamos, que vamos disminuyendo de peso a medida que el agujerito se va dilatando.

    Un beso,

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  10. Tesa, los premios del 2016 fueron más divertidos que los de este. Se ve que la falta de sentido del humor creciente también está afectando a los científicos cachondos... Un beso excéntrico :)

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